Del 19 de junio al 11 de julio de 2008, el periodista y fotógrafo argentino Justo Casal presentará la muestra ECOS DEL ALMA en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano, en conmemoración del Día Mundial de los Refugiados que se celebra cada 20 de junio. La muestra consta de 25 fotografías color y blanco y negro tomadas en campos de refugiados de Kenya, Guinea y Liberia.
Comentario de Justo Casal
En nuestro país, es poca la gente que es consciente de lo que es un refugiado.
Son muchos menos, los que saben que ya contamos con algunos miles de ellos entre nosotros, provenientes de los mas diversos orígenes.
Esto no resulta extraño si tenemos en cuenta que, los refugiados tampoco estaban familiarizados con este concepto, antes de pasar a ser parte integrante del grupo.
Convertirse en refugiado supone –entre otras cosas- perder la individualidad.
“Uno pasa a formar parte de un único grupo, una estadística”.
“Se abandona una situación de miedo y angustia en favor de protección: pero también se abandonan: casa, tierra, familia y costumbres”.
Existen otros aspectos sin embargo que trascienden. Tal es el caso de la cultura.
La cultura no pesa ni ocupa lugar. El refugiado se aferra a ella como a la vida misma, probablemente porque esta es la única manera que encuentra, de conservar su identidad y sentirse todavía en casa.
Pero no todo termina cuando uno llega al país de asilo. Allí deben exponerse a la mirada desconfiada de la gente del lugar.
“Allí somos y nos reconocemos distintos y, cuando nos olvidamos de ello, alguien mas se encarga de recordárnoslo. Ellos son locales, y nosotros ... forasteros”.
Ser refugiado, no es una opción. A veces es simplemente, la única alternativa. Ninguno de nosotros esta exento.
Esta gente no tiene voz. Con esta muestra quiero darles al menos un rostro. Escuchemos en cada imagen, el eco de sus almas que nos hablan.
Motivación Personal
Visitando los campos, he compartido con refugiados historias y realidades estremecedoras.
Haberlos conocido, ha sido para mi un privilegio y una bendición.
Tan distintos todos ellos, y sin embargo, movidos y unidos por un mismo deseo: “Paz para volver a casa”.
Por medio de estas imágenes, busco acercar a los refugiados al mundo entero, para que entre todos, busquemos la manera de cumplir su deseo.
Con el auspicio del:
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